Nos encantan las mañanas lentas. Estar acostado en la cama un poco más, sin poner una alarma, preparando un buen desayuno, preparando ese buen café. Pero seamos realistas... esto no siempre es factible (en realidad no suele ser posible), pero nos hemos fijado el objetivo de hacerlo al menos cada dos semanas (¿alguien quiere unirse?). Hemos descubierto que incluso si no tienes el lujo...